Entrevista a Líber Terán, con motivo de la aparición de su segundo disco Tambora Sound System (Santo canuto records –EMI)
-Realizada por Fernando Franco, “Don Fer”. Junio 2010
Fotos: Jessica Velázquez
Fotos: Jessica Velázquez
Líber Terán: Gitano Western, mas no western del viejo oeste Texano sino del viejo norte mexicano, de donde es originario. Pareciera personaje de ficción el cual se antoja retratar con sombrero, chamarra de cuero, bigote y rostro duro curtido por el sol del desierto; la sorpresa casi siempre es grande cuando lo encuentras caminando por la ciudad de México: tangible, real y dispuesto a compartir su música.
Porque Líber es músico y compositor, en el significado de su nombre lleva su pasión: derramar en abundancia, letras y acordes que derriten fronteras para mojar con su ritmo no el norte de nuestro país, sino el mundo entero: su música es el reflejo de la globalización en la cual estamos inmersos. Un gitano, que derrama abundancia, un Terán de origen norteño que toca un género el cual se antoja desconocido: La tambora sound system, la banda norteña gitana.
Y es que para este personaje, según sus propias palabras, la música es su ADN. Las fronteras no existen, igual ha pisado Grecia que Rumania, igual conoce los ritmos generados en el este de Europa o la alegría melancólica que emite la sección de alientos de una banda tradicional del norte de México.
Me di a la tarea de buscar a Líber y lo encontré en un parque. Nos sentamos en una banca, en un ambiente –como él lo llamó – popular, a platicar de música y composiciones, de su nueva producción auditiva cuyo nombre es Tambora Sound System.
Para entender la concepción general de este maravilloso disco la pregunta fundamental y primaria, tal vez un poco abstracta, pero igualmente esclarecedora fue: ¿Qué es la música? Para Líber es la parte fundamental de su vida, un modo de escape, de expresar sus sentimientos y realizarse como persona.
“Las tres grandes influencias que me sirven como parteaguas para la creación son: el rock de los cincuentas con grupos o artistas como Chuck Berry, Little Richard, Elvis Presley, Jhonny Cash e inclusive The Beatles y The Rolling Stones; en segundo lugar la música norteña con grupos como Los Alegres de Terán, Los Cadetes de Linares, Los Tigres del Norte y la tercera la música del este de Europa, de los Balcanes, la música griega la turca y eslava” –comenta.
Lo interrumpo y corroboro lo dicho: su disco suena a eso exactamente, a esa fusión balcanrock mexicana. Sus ojos brillan pero su aspecto serio no cambia y apenas visiblemente emocionado me cuenta su propósito en este material que es precisamente, conjuntar la música norteña, la de tambora, con la música de los Balcanes en una especie de experimento que al parecer le salió bastante bien.
Pero Líber también es escritor y sobre esto me interesa saber, la música ahí está, mezclada, a mi parecer, a la perfección, pero falta indagar sobre las letras del disco y su vocación de compositor:
Pero Líber también es escritor y sobre esto me interesa saber, la música ahí está, mezclada, a mi parecer, a la perfección, pero falta indagar sobre las letras del disco y su vocación de compositor:
“Escribir tiene que ver con mi historia de vida, siempre lo he hecho, como compositor he pasado por varias facetas, no puedo decir que siempre he compuesto de la misma manera y dudo que alguien pueda. Escribo sobre lo que me pasa en la vida, soy intimista, quizá un poco minimalista, pero igual me gusta narrar historias que la gente pueda entender sin la necesidad de contar algo muy rebuscado cargado filosófica o políticamente con algún mensaje. Soy un letrista que busca el lenguaje popular”
En ese momento y como asiduo escucha de su disco le pregunte qué pasaba por su mente cuando decidió incluir la canción Perro Negro de José Alfredo Jiménez y Sube y baja de Luis Pérez Meza:
“Alfredo Jiménez es un icono de la canción popular mexicana y creo que la canción que elegí para el disco retrata una parte muy especial del mexicano cuasi oscura (refiriéndose a Juan Rulfo) donde en un pueblo un hombre rico mata a uno pobre por el amor de una mujer y el perro del segundo toma venganza haciéndole lo mismo al rico. Me remite a Juan Rulfo a los pueblos, no tanto al machismo de las canciones que muchas veces se asocian con José Alfredo. En este caso se hace alusión a la fidelidad, al sacrificio y al drama”.
Continua: “En el caso de Sube y baja fue por acercarse más al género de la tambora ya que, te repito, soy un gran seguidor de esta música y más aún de José Luis Pérez Meza, que fue quien implementó la voz a las bandas y quien logró que se expandiera a niveles de audiencia mayores; antes de él la tambora y la banda no tenían voz. Este tema habla de la idiosincrasia del mexicano, tiene mucho de doble sentido como la estrofa en donde dice: “quiero ser el vaso donde bebes y besar tu boca azucarada y agarrar las curvas de bajada”, pero igual habla de la muerte y de la metáfora de la vida misma: “que sube y que baja, que llega a este plan, a dónde irán los muertos quién sabe a dónde irán”.
¿Y luego el ritmo balcánico de dónde surge? - le pregunto ya interesado por la fusión.
“Pues fue el objetivo: que estas dos rolas sonaran balcánicas, que fueran canciones mexicanas con tintes de la música del este europeo. A Perro negro le di un toque más cercano de lo que es la música griega, la música mediterránea; le bajé el ritmo, le cambié el compás y el modo de uno alegre a uno triste y oscuro. En el caso de Sube y baja respeté el ritmo pero le cambié la armonía, puse acordes que la hicieran sonar más balcánica. Finalmente toda esta fusión fue porque siempre he estado en contra de repetir lo que ya se hizo, aunque respeto a los músicos que de manera académica, con un proceso de investigación, tratan de conservar las raíces y tocan la música como anterior o antiguamente se hacía y que preservan los instrumentos, considero que yo no soy ese tipo de músico, conozco mis limites y a ellos me atengo”
Deduzco que este tipo sombrerudo tiene estudios pues en su hablar se nota la academia, la intelectualidad musical así pues mi siguiente pregunta va por ese camino…
“Si, estudie música en la nacional –me contesta -, aunque sinceramente creo que no solamente se aprende en las escuelas. La vida misma y la tradición oral hacen que un conocimiento persista por sí solo; yo aprendí mucho con mis maestros de guitarra, canto, composición, piano, teoría musical y siento que me dieron las herramientas que, a su vez, me han ayudado a llegar a los objetivos que me he trazado; para un músico lo primordial es tener un sentido creativo propio”
A mi parecer el disco es muy rico en cuanto a músicos invitados se refiere, hay hasta participación de dos DJ. A lo que me comenta:
"Es parte de esa colaboración que debe de existir entre músicos, cuando dejé el grupo en el que estaba (Los de Abajo) decidí hacer cosas con gente totalmente diferente, que no tuviera nada que ver con ellos. Surgió el proyecto inicial de realizar un disco de banda y me encantó pues yo ya tenía las ganas de hacerlo, en parte porque mi familia paterna es de Durango y Sinaloa y por mi gusto del genero.
Fue en este contexto que contacté a músicos de la Escuela de Música de la Universidad Autónoma de Sinaloa (EMUAS) y les planteé que grabaran mi segundo disco ya con las maquetas que había realizado previamente. Me traje a la ciudad de México cuatro músicos y en un mes el disco ya estaba grabado, aunque aclaro no fue un proceso continuo, me daba mis espacios: una semana grababa, otra descansaba”
Y los demás músicos, le pregunto:
“Pues los DJ Roberto Mendoza de Panóptica y Toy Selectah se acercaron por que les gusto mi rollo, la propuesta. Desde el primer disco ya había el proyecto de trabajar con ellos. Trabajaron también conmigo los músicos que me venían acompañando desde el Gitano Western: el acordeonista, el baterista, la corista. Se inmiscuyeron también un señor de Texcoco que toca la tuba, Paúl Conrad que toca el mismo instrumento y ha colaborado con varias bandas importantes. Respecto a la letra también colaboró una alumna mía que se llama Guadalupe Pérez que escribió la canción Té amargo. Finalmente fueron colaboraciones espontáneas en donde jamás busqué tener un nombre famoso para darle mayor realce o marketing a mi disco sino donde me guié solamente por el aspecto musical y las aportaciones profesionales que cada uno pudiera hacer”
Ahora la música - parece ser - ha tomado el lado independiente en cuanto a producción y distribución ¿tú vas por ese lado?, pregunto:
“Definitivamente, pero pienso que la independencia es una actitud para realizar las cosas, en realidad siempre vas a depender de más gente para lograr algo, tienes que hacer las cosas por tus medios y luego ver cómo le haces para que llegar a tu objetivo, en mi caso este disco está editado nacionalmente, lo saqué con un sello que estoy impulsando llamado Santo canuto records que está ligado a un estudio de producción en donde junto con mi hermano hago grabaciones. Logré la distribución a nivel comercial con EMI y pues el disco lo encuentras desde en un Mix Up hasta en I Tunes.
Continua: Retomando el concepto de independencia yo creo que es la base de toda música, de todo género. El principio de cualquier músico debe ser realizar música no para hacerse famoso ni pensando en si va a gustar o no, primero te tiene que gustar a ti y después si te convence será más fácil que a otros también les agrade, no hay que ser artista de manera complaciente. La música que trasciende y perdura en la historia es aquella que no se hace por dinero ni por fama sino aquella que tiene espíritu”
Y Líber en efecto es un artista y como tal le pregunto qué es lo que busca transmitir con su obra, qué trama en este mundo en el cual quiere trascender…
“Busco como canta- autor compartir lo que soy a la gente que esté dispuesta a identificarse un poco, no me considero un estandarte de la fusión, me siento inmerso en un momento muy interesante de la historia musical de nuestro país en donde los grupos ya no son la calca de algún grupo extranjero sino son innovadores, en donde no se vive a la sombra de las grandes bandas. Quizá aún existan algunos grupos que quieran sonar a Radio Head, quizá otros busquen el sonido de los Xochimilcas, lo interesante es que quizá puedan sonar a ambos”.
Y la noche nos está ganando, suena el celular de Líber, le llaman para el ensayo. Sé que tiene que irse, aunque él por amabilidad no lo admite; me aprovecho de esa cordialidad y le hago la pregunta remate -no la final por que seguramente nos volveremos a encontrar - pero si la obligada: ¿Qué sigue?
“Quiero seguir haciendo discos, aunque estoy consciente de que no es como hacer tortillas, me encantaría ser un tortillero de discos por que estos son como cuadros, pinturas o una fotografía que trascienden incluso tu vida. Después de muerto alguien seguirá escuchándote. Hoy escuchando música clásica o antigua podemos entender la historia de un país, conocer la vida de un músico: es fascinante.
Seguiré tocando, mostrando mi música porque tocar en vivo es fundamental para considerarse un artista completo, si no lo haces si no sientes ese contacto con la gente no tienes la credibilidad de que lo que haces es una música viva. Ese momento que no puedes retratar es único, ni siquiera en una grabación en vivo puedes repetir la experiencia de una sesión musical viva.
Quiero salir al extranjero, considero que mi disco debe ser mostrado en el mundo y pienso que nos va ir muy bien. Por último, me gustaría mandar un saludo a toda la gente que leerá la entrevista, a aquellos seguidores de Líber y a los que les gusta la música con espíritu que es lo que hay que alimentar”
Me despido de él sabiendo que nos encontraremos pues estoy seguro de que este caminante explorador de mundos y hacedor de discos nos sorprenderá nuevamente con algo más lumínico que Gitano Western, con algo más asombroso que Tambora Sound System que ya es mucho decir.
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